lunes
Anónimos
Ha quedado en nuestras manos el poder de marcar el mundo. ¿Qué dejamos en el camino? ¿Importa nuestro nombre o importa el corazón grabado en la piel del árbol?
Dejo de ser, y me transformo en la marca. Un anónimo talló la madera hasta conseguir el dibujo que imaginó alguna vez. Un anónimo encontró la paz y se escondió en el tiempo. Un anónimo vivió y desapareció como tantos otros. El nombre no es nada. Nadie es su nombre. Prefiero ser, toda la vida y aún después, el corazón en la madera.
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La historia ha demostrado que lo indeleble nace invisible. Un gran beso.
ResponderBorrarNunca me gustaron las marcas en los seres vivos. Siguen sin gustarme, aunque ahora, después de leerte, pueda verlas de otro modo al menos, a algunas de ellas.
ResponderBorrarIgnacio, es verdad. Muchas gracias. Beso.
ResponderBorrarMarcelo: Marca, como obra, como legado, a eso me refiero. La palabra marca, ahora lo noto, tampoco es de mi agrado... pero no encontré otra mejor para esto que escribí. Muchas gracias. Un beso.
y sí... anónimos xq todos somos UNO... la distancia y el "ser ajeno" caducan día a día... estamos en las orillas del nuevo tiempo. Somos lo mismo. Brindo por eso!!!
ResponderBorrarGracias!
Somos todos un poco árboles… nuestros cuerpos también quedan de por vida marcados por el paso de algún amor. También el corazón nos queda expuesto, a la vista entre nuestras grietas.
ResponderBorrarUn beso,
D.
Nuevamente me hiciste reflexionar. Pienso en la palabra anónimo.
ResponderBorrarGracias.
Besotes.