¿A dónde van las miradas que no son percibidas?
Recuerdo haber buscado tus ojos,
y estaban escondidos.
¿Qué buscaban que no me buscaban?
Yo era sólo el reflejo de nuestra distancia.
No tenía voz, ni manos, ni dedos,
ni más alma que mis ojos buscándote.
Hay bosques de miradas perdidas,
miradas que arrastran raíces
miradas que arrastran alas.
Todas perdidas y sin rumbo.
Todas esperando ser miradas.
encontrarse con esa mirada buscada, quizá sea uno de los mayores placeres mundanos.
ResponderBorrarun beso y abrazo enormes! me encantó, como siempre.
Deben ir al mismo sitio que los latidos rotos.
ResponderBorrarBesos.
Encontrar dos ojos que miren los de uno entre cinco mil millones de seres humanos es matemáticamente frustrante. Accedamos al fracaso de las ciencias exactas apostando a la sospecha de que es posible… o viviremos perdidos en un desierto de gente.
ResponderBorrarUn beso,
D.
Qué lindo.
ResponderBorrarLas ganas de volver a encontrar una mirada.
Mirar, mirarse, ser mirado, hacerse mirar... un necesario interjuego con los otros, porque se enlazan con el amor o la carencia.
ResponderBorrarMe atrapó cómo reuniste la mirada y la palabra, a mi entender, el origen de todas las cosas.
Besos mirones