jueves

Sorpresas



Recuerdo que no estaba anunciado granizo, ni tormenta, ni lluvia. Sin embargo, el cielo se puso gris, y repentinamente, el jardín se llenó de hielo. He tenido sorpresas más incómodas, más crueles, más bellas. La sorpresa por definición es inesperada, pero si se piensa bien, ¿puede una fiesta de cumpleaños ser realmente sorpresiva? ¿Una fiesta de aniversario? ¿Un embarazo? ¿Una muerte? Todo lo que sucede envía señales previas. Todo es provocado por un evento previo.  Todo responde a una pregunta. Nada es un hecho solitario. 
Nos gusta la idea de sorpresa porque disfraza la rutina. Una tarde aburrida, sin anuncios sobresalientes, se transformó en una granizada que nos hizo fotografiar el jardín y nos mostró un paisaje nuevo. 
Es lindo jugar a ser sorprendidos.

3 comentarios:

  1. Y aunque algo no nos sorpenda, está bueno jugar a ser sorprendidos y estrenar nuestra mejor cara de ingenuidad. (creo)

    Beso.

    Carlos de Apenas penas.

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  2. He conocido gente que se declara aventurera y resuelve afirmando que la vida es una aventura y que el futuro no es sino uno sorpresa tras otra… y tiene razón, aunque no sepa de aventura alguna en la que se hayan embarcado. Sin embargo cuando ya uno ha decidido tomar o evitar ciertos caminos o compañías, tras esas decisiones hay menos sorpresa… tal vez, sí, imponderables, casualidades, apariciones inesperadas… pero difícil llegar a Alaska en invierno y lamentarse no haber llevado traje de baño o difícil evitar y ser evitado por un personaje y acabar siendo socios.

    No sorprende mi despedida enviándote besos,
    D.

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  3. Sorpresa muy agradable la de encontrar una bitacora tan optimista.

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