De niños somos dueños del mundo, de grandes el mundo deja de ser lo que pasa por dentro nuestro y se convierte en lo que nos rodea… seguir con el deseo de conquistarlo termina por enfermarnos de poder o frustrarnos.
Te invito a dar una vuela en triciclo, ¡a que te gano! D.
:)
ResponderBorrarMe mató la ternura.
Besos.
De niños somos dueños del mundo, de grandes el mundo deja de ser lo que pasa por dentro nuestro y se convierte en lo que nos rodea… seguir con el deseo de conquistarlo termina por enfermarnos de poder o frustrarnos.
ResponderBorrarTe invito a dar una vuela en triciclo, ¡a que te gano!
D.
y cuantos kilómetros hicisteis ??
ResponderBorrarCiertamente.
ResponderBorrarPara los niños, no hay fronteras.
Un abrazo.
Qué belleza, dan ganas de subirse a ese triciclo, de verdad...
ResponderBorrarSaludos
Jeve y Ruma.
Veo la foto e imagino y me recuerdo a mí mismo, imparable y feliz y sin miedo a nada.
ResponderBorrarUn abrazo.
Que fotografñia más bella.
ResponderBorrarUn besiño
Claro que sí, con el triciclo se puede dar la vuelta la mundo, porque todo está cerquita.
ResponderBorrarBesos.
Sólo los niños... efectivamente.
ResponderBorrarMe encantó! Super tierno, no por eso poco cierto. Uno de chico se cree capaz de conquistar el mundo...
ResponderBorrarMuy lindo
¡Ay! Qué ternura. Y me dio nostalgia. Las ganas de volver a un triciclo.
ResponderBorrarY tienes toda la razón en lo que escribiste.
Abrazos.