-No te asustes, no es común para mí detener mujeres en la calle y decirles que no es casualidad que nos encontremos en esta esquina, por la que hace años que paso todos los días, y es siempre un punto más en esta red en la que los desconocidos nos cruzamos, solos, rodeados de gente pero solos. La soledad es saber que los que están a nuestro alrededor no son importantes; por eso podemos estar solos en nuestro propio hogar, y mucho más lo estamos en una esquina anónima, rodeados de anónimos, anónimos también nosotros, hasta que sucede el milagro de ver a otro, verlo realmente, reconocerlo como yo te reconocí. ¿Debería quedarme callado en favor de las costumbres, dejarte ir, perderte en este océano? Somos seres pequeños, y no tememos decir palabras trágicas y horribles como guerra y muerte, pero podemos pasar toda una vida sin decir la palabra amor. Decir te amo por primera vez nos paraliza, nos hace temblar más que cualquier otra frase. No te acordás, porque aún no estabas ahí, pero nos amamos muchas veces.
foto: "El beso del hotel de Ville" Robert Doisneau
demasiadas veces nos amamos...aunque la foto fuera un montaje
ResponderBorrarMarcela, generalmente mis comentarios son reflexiones sobre la lectura propuesta, pero en esta ocasión quedé satisfecho con tus reflexiones hasta el extremo de que te quería comentar sobre el texto y no sobre el contenido.
ResponderBorrarMe pareció brillante. Y no sólo eso sino que con destellos que se separan de su dinámica. Hay un par de frases que dejaron mareado por ciertas (la del milagro y la de la frecuencia con que pronunciamos guerra mientras que amor nos paraliza).
Te quería preguntar también por qué el texto está entre comillas, genera enigma como si fuera una mención a alguien no mencionado… pero es un detalle ínfimamente menor.
Te agradezco mucho este texto, me hago eco de cada cosa que decís acá.
D.
La foto encontró su texto por fin.
ResponderBorrarComo anillo al dedo.
Besos.
Me encantó el texto, el final aún me sigue haciendo ruido... tal vez me lleve donde me paraliza y donde ya estuve.... volvere a releerlo un par de veces, muy bueno.
ResponderBorrarbeso!
Noel: si, me enteré hoy que la foto es un montaje. Había creído la historia de la foto casual. Igual, sigue siendo única.
ResponderBorrarDaniel: Que te puedo decir! Muchas gracias. Las comillas están ahí porque no sabía como señalar que esto es un diálogo que, por ahora, está sin respuesta. No quise poner un guión de diálogo y elegí comillas. De nuevo, gracias.
Toro: Muchas gracias. Lo dudo. No iba a ilustrarlo con esa foto pero la imagen me ganó.
Romina: Siempre hay que volver a los lugares que nos paralizan. ¿Cómo vencerlos, sino?
Gracias a todos. Besos.
Durante la semana, en el metro, viajaba sujeto a un pasamano. Sin mirar corrí mi mano cuando sentí que alguien también se afirmaba. Pero volví a sentir la otra mano, esta vez casi como una caricia. Pensando en un saludo descubri que era una mujer madura menor que yo. Cuando creí que todo era para un par de casualidades tuve que aceptar su mano pegada a la mía. Y me agradó mucho, demasiado. Caminé unos metros detrás de ella cuando decidió a dejar el metro. "¿Por qué no puedo amarla?" me dije. Aunque no llego a estos finales pensaba qué es amar. Y dejé que el metro cerrara sus puertas delante de mí. Este domingo 13 invité a mi mujer a almorzar acompañado de un ramo de rosas pues cumplíamos aniversario de matrimonio. Te confieso que sentí tener una porción más de amor a la mujer que me ha acompañado toda la vida.
ResponderBorrarDisculpa que la foto y el hermoso texto escogido me hayan motivado ha acupar este espacio. Abrazos.
Vicente: Esos encuentros que creemos tan pequeños pueden ser gigantes. ¿Quién no se encontró pensando en cómo sería amar a ese desconocido/a en el tren, en el colectivo?
ResponderBorrarFelicitaciones por tu aniversario.
Y nada de disculpas. Gracias a vos por contar tu historia.
Un beso grande.
Que buen texto.
ResponderBorrarEs ideal para la foto.
Buen ritmo, realmente.
te dejo un abrazo.
Es una pena que siempre que pensamos en un leve roce, se nos enciende la concupiscencia, cuando la caricia es la forma más bella de besar por el simple roce. Somos humanos y lo mismo que respiramos, también necesitamos acariciar. Pero eso siempre con el respeto de saberse aceptado. Una simple caricia, debe dejar huella de agradecimiento, pero no huella de imposición.
ResponderBorrarUn besiño
El amor es maravilloso, y cuando ocurre los demás siguen siendo anónimos, pero hay uno que no.
ResponderBorrarBesos.
Quizás la palabra guerra sólo paralice a los que la han vivido en primera persona. ¿Pero quien no ha vívido alguna vez un amor tan intenso que lo paralice, que se detenga el tiempo mientras te hundes en su mirada, o te pierdes en un beso? Esta foto refleja muy bien ese momento.
ResponderBorrarUf. Me llegó. Lo que vivimos con tanta frecuencia y no nos detenemos a veces.
ResponderBorrarAbrazos linda.