Un sol y una luna habitan dos mundos, separados por un abismo, por un muro, por calles sin señales, por arroyos, mares y océanos con islas volcánicas, por galaxias ardientes y por tormentas de nieve sobre colinas y montañas... Igual que todos los seres de este y cualquier otro barrio...
Muy cierto tanto como que se encuentran a diario...
ResponderBorrarBesos!
Me gusta esa forma de verlo.
ResponderBorrarSi.
Besos.
Sí, tenés razón, muchas, muchísimas veces somos sólo lunas y soles en éste y cualquier otro barrio. Triste, verdad?
ResponderBorrarSaludos
Jeve
encuentros deseados, a diario
ResponderBorrarLindo OwO
ResponderBorrarCómo dan miedo esas calles sin señales… pareciera que ese sol y esa luna apagaron todas luces y se sigue avanzando a ciegas.
ResponderBorrarUn beso,
D.
Es cierto, eso, nosotros también somos soles y lunas, algunos brillantes y otros iluminados, en un mismo barrio.
ResponderBorrarBesos.
Precioso, Marcela, con un toque final exquisito.
ResponderBorrarSaludos
Coincido con que el final es exquisito, tu visión sin dudas es personal, mucho, pero llega directamente al que te lee.
ResponderBorrarBesos desde aquí.
Me emocionas, querida, me emocionas.
ResponderBorrarSí, tienes razón. Muy buena comparación has hecho.
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