Me vestí como alzando pétalos caídos.
Emergí de las ruinas, pensando
que al despertar me arrojaría al río,
como si no importara el saber nadar.
Tanta piel, tan poca brisa,
tanta agua sin sed,
tanto jardín sin luciérnagas,
tantas palabras, tanto calor,
tanta seguridad de haber despertado
siendo demasiado yo esta mañana...
(pintura: El despertar de la criada. Eduardo Sívori)
así de florida y segura...muy bien
ResponderBorrarEspléndida pintura.
ResponderBorrarY el poema al mismo nivel.
Besos.
Precioso poema, que hace hablar a la pintura.
ResponderBorrarBesos.
Me encanta el poema, lleno de contradicciones que lo hacen tan real. Su complemento con la pintura es heróico y, creo, que son letras que bien podrían transformarse en canción.
ResponderBorrarLa seguridad de ser y eso no siempre se logra al despertar.
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