Vivimos en un mundo diminuto. Es tan pequeño que, por ejemplo, no tiene horizonte.
En realidad usamos esa palabra porque alguien, alguna vez, contó que existen otros mundos en los que hay espacio suficiente como para que haya horizontes, pero nosotros nunca los vimos.
Quien nos habló del horizonte lo describió como una línea larga que une el cielo con la tierra. Esa explicación nos hizo pensar mucho en el tema. Debatimos durante días la forma y utilidad de los horizontes, hasta que la tía dijo que debían ser como escalas por las que se puede trepar hasta las nubes. Ella siempre encuentra la forma de ver las cosas que no se ven. Le pedí que dibujara uno, porque yo sí necesito ver para entender. Ella accedió (como accede a todos mis pedidos) e hizo un dibujo con lápiz. Lo tengo guardado en el cajón de la mesa de luz y lo miro antes de ir a dormir. Tengo miedo de arruinarlo, porque me gusta seguir los trazos con los dedos e imaginar que subo a una nube. De hacerlo, llevaría a la tía conmigo.
Me gustaría que alguna vez en mi mundo, hubiera espacio como para tener al menos un horizonte.
El horizonte siempre està.
ResponderBorrarPero no lo vemos. Ni lo adivinamos.
Pero està.
bien escrito.
un abrazo.
Que hermoso, me encantaría ver el dibujo de tu tía para subirme a una nube también.
ResponderBorrarLa tía me cae bien.
ResponderBorrarSabe lo que dice.
Besos.
el horizonte a veces sale cuando pestañeas
ResponderBorrarfantástico relato, Marcela.
ResponderBorrarsaludos, besos y demás congratulation
Cuando se quiere ver el horizonte lo que conviene es viajar.
ResponderBorrarBesos.
Es una ilusiòn òptica...una ilusiòn necesaria para ir hacia algùn lugar.
ResponderBorrarUna bella ilusiòn.
Beso
Siempre me encantó pensar en mi horizonte, más aún en los momentos difíciles. Y siempre pienso que llegar a él es como esperar la sabia nueva.
ResponderBorrarUn bso
¿Será que cada persona que nos llena el alma sea nuestro horizonte? Tú por ejemplo.
ResponderBorrarAbrazos.
Tenés un horizonte no lo dudo es mas si alguien estuviera precisamente en el horizonte que vos ves ahora esa persona diría que vos sos su horizonte, no dudo que vos sos el horizonte de muchas personas.
ResponderBorrarBesos
A mí también me gustaría, pero como dice Serrat, "cuanto más voy pa' allá más lejos queda, cuanto más de prisa voy más lejos se va".
ResponderBorrarUn abrazo
Qué bueno que sea una tía quien atribuya a los horizontes la propiedad escaladora. O tiene una imaginación contaminada de optimismo o un recuerdo hermoso del último horizonte que presenció… antes de que construyeran un rascacielos frente al patio de adelante.
ResponderBorrarUn beso allá a lo lejos,
D.
Bellisimo relato, me recordó al Principito...
ResponderBorrarMaravillosa la magia que envuelce estas letras.
Beso grande!
A veces ese horizonte está tan cerca, que es imposible que una cielo y tierra. Aunque con una tía así, seguro que la unión se produce... Un abrazo muy fuerte, querida amiga. Un texto precioso.
ResponderBorrarLa utopía es el horizonte, camino dos pasos; ella se aleja dos pasos y el horizonte se mueve 10 pasos más allá. ¿entonces, para qué sirve la utopía?... Para eso sirve, para caminar...
ResponderBorrarHermoso Marcela, te dejo un gran abrazo.