Yo iba, sin mirar a mi alrededor, a un lugar más de los que se va sin pensar en hacerlo, simplemente repitiendo el ir de tantas veces. Pero el atardecer tiene la astucia para convencernos de mirar hacia el oeste. Tiene colores. Es de colores. Vive en colores.
Pasa un avión que dibuja una estela blanca en el cielo. Me fascinaba ver esos aviones cuando era niña. Pensaba que quería volar en uno de ellos. Ahora sé que no, que prefiero ver el cielo desde abajo, y tomar una foto innecesaria más con la pobre cámara del teléfono, para recordar este atardecer, solo porque pasó un avión de esos que hacía mucho que no veía.
¿Por qué me parece que hace tanto tiempo ya, desde la última vez que vi uno de esos aviones?
Me preocupa pensar que yo, que colecciono fotos de nubes, esté mirando poco para arriba.
El sueño nos pide que lo soñemos, no?
ResponderBorrarUn beso
Te recomiendo mirar para arriba.
ResponderBorrarPor ejemplo cuando pasees.
Nadie lo hace. Todo el mundo mira a la altura de los ojos.
Contempla la parte alta de los edificios, de los árboles, las nubes, el cielo... allí está la belleza.
Besos.
Hay que mirar más al cielo, entonces.
ResponderBorrarArriba el espacio es inmenso
ResponderBorrarsabía que eras de las mías!
ResponderBorrarcoleccionas fotos de nubes
te colgás mirando el cielo
jeje
un beso grande
A veces no miramos lo que hay arriba... siempre nos enfocamos en lo que tenemos delante de nosotros para no tropezar, para mirar los rostros, pero nunca los aviones ni el cielo ni las aves... Hay que aprender a volar desde el suelo...
ResponderBorrarEs hermosa tu foto, el color del cielo, de las nubes y la marca del avión. Me gusta mucho.
ResponderBorrarBesos.