Sí, estoy de acuerdo con vos. Y nos caemos, una y otra y otra vez, y no aprendemos. ¿Porqué nos costará tanto? Linda entrada, me dejó con algo dando vueltas adentro. Cariños!
Lo que más duele es cuando creemos que estamos al borde de conquistar la estabilidad y descubrimos que estábamos al borde de matar de la risa al que maneja los piolines...
Y nosotros, encima, vivimos en el arrabal del mundo.
ResponderBorrarBesos desde la orilla
Yo vivo en el alambre.
ResponderBorrarY el otro día me di cuenta de que ya no hay red.
Besos.
Sí, estoy de acuerdo con vos. Y nos caemos, una y otra y otra vez, y no aprendemos. ¿Porqué nos costará tanto?
ResponderBorrarLinda entrada, me dejó con algo dando vueltas adentro.
Cariños!
querida eso es la filosofía perimetral!
ResponderBorrarasí llamé a mi última muestra individual bordes
hace tres años, buenísimo marcela
un beso!
y nosotros que pensamos que estamos en tierra firme... por eso es que los golpes duelen tanto... gracias marcela por despertarme del abismo...
ResponderBorrarY sí, y no nos acostumbramos nunca.
ResponderBorrarBesos.
Que diáfano y claro. La verdad que la orilla es constante y los pasos cada vez más vulnerables.
ResponderBorrarBesiños,
Rosa María
Es cierto, pero cada tanto es bueno aventurarnos hacia el centro. Sólo es una cuestión de coraje.
ResponderBorrarUn beso.
...y tenemos que volver a levantarnos!
ResponderBorrarLindo!
Sólo, los que miran de vez en cuando tierra adentro, no pierden la perspectiva....
ResponderBorrar!Ay Marce! Yo viví, vivo y sé que viviré en la orilla (menos mal que algún sueño siempre me rescata)
ResponderBorrarBueno, una orilla que puede deparar mucho y bueno antes de la caída.
ResponderBorrarLo que más duele es cuando creemos que estamos al borde de conquistar la estabilidad y descubrimos que estábamos al borde de matar de la risa al que maneja los piolines...
ResponderBorrarUn beso,
D.
fall in life
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