El árbol era joven, pero lo había olvidado, porque se sentía viejo, y creía que por ser viejo, debía olvidar.
Cuando recuerde que él tiene derecho a ser joven, a pesar de sus muchos años, y a pesar de haber visto a tantos hombres nacer y morir, olvidará sus olvidos, para sentirse joven de nuevo.
Qué belleza Marce, me encantó tu micro.
ResponderBorrarCariños!!!
Los viejos no olvidan, pierden lo cotidiano, por que han aprendido lo realmente importante!
ResponderBorrarSe remontan y vuelan!
Abrazos!
¿el secreto de la vida?
ResponderBorrarMuy interesante, me gustó
Beso!
Adoro los árboles.
ResponderBorrarSu edad es relativa.
Por supuesto.
Besos.
La gente que se va haciendo mayor no olvida... ¿De qué estábamos hablando?
ResponderBorrarSegún Alejandro Casona “Los Árboles Mueren de Pie”, tal vez una muerte tan similar a toda su vida confunda los recuerdos con lo ocuerriendo, lo añorado con lo esperado y lo joven con lo añejo. Tal vez esa forma confusa de vida sea la razón de su eterna juventud.
ResponderBorrarD.
Entonces no habrá que olvidar que somos jóvenes, que siempre se puede ser joven.
ResponderBorrarMe gustó mucho.
Besos.
Los árboles nunca olvidan, todo lo tienen grabado en los anillos de su interior y en la corteza que se ve en la superficie.Además, por muy viejos que sean siempre nos dan lecciones de juventud.
ResponderBorrarBesos
¿Quién es joven? ¿Quién es viejo? Más que la edad, es la sociedad capitalista la que lo decide.
ResponderBorrarMe he portado muy ingrata, debo decir que si tuviera que tomar forma en otra cosa, sería un árbol, me encantan, linda fotografía, la edad creo que no hay límites para definirla, besitos paty
ResponderBorrarOlvidar al olvido, exactamente eso. Siempre creerás que por vejez debes olvidar. Como para "madurar" y aceptar tu edad. Mentiras =)
ResponderBorrar¿Quién es viejo, quién es joven? Me lo pregunto yo también.
Ay, ay, ay, me sentí un verdadero árbol.
ResponderBorrarHermoso amiga.
Qué hermoso pensamiento Marcela, me voy con el corazón lleno de una bella esperanza...
ResponderBorrarFelicidades y un abrazón.