domingo
El viajero
El viajero dijo:
- Me mira con pena, ¿lo sabe? Pero no es el azar quien empuja mis pasos. No sé a donde voy, pero doblar en cada esquina, es mi decisión.
El viajero, como yo, el que vive en un continuo viaje, es un ser solitario. Hay que quedarse en un punto para tener compañía. Cuando otro viajero me acompaña, es una simple coincidencia. Durante un tiempo, somos dos soledades en el camino. Alguna vez escuché esa frase, y me quedó grabada en la memoria. Quizás siempre es así. Quizás todos somos soledades buscando otras soledades. El viajero se sabe solo. Avanza solo. Se detiene el tiempo exacto para extrañar el movimiento y lo hace solo. Hoy, por ejemplo, me detuve. El horizonte está más lejos que nunca. Los árboles no charlan con el viento. Las aves están durmiendo, mientras la oscuridad aumenta. Es bueno cada tanto, encontrar a alguien con quien charlar. Yo, el orgulloso de no tener raíces. Yo, que me niego a aceptar un techo y una silla como objetos necesarios y que sin embargo agradezco en esta ocasión, que tan generosamente me han sido ofrecidos. Yo, que tengo a mis botas y a mi guitarra como todo lujo... Y usted, que me escucha con tanta atención... No sienta pena. Es solo un rato en el que me siento cansado. Mañana, no estaré aquí. Mañana, volveré al camino...
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Todos tenemos etapas de ser como eternos nómadas, y otras donde el latir de un sitio nos detiene. Creo que ambos comparten el hecho de que el encuentro siempre se da entre dos soledades.
ResponderBorrarTambién sé, hay quien no deja de ser viajero nunca...
Beso
"Cuando otro viajero me acompaña, es una simple coincidencia"
ResponderBorrarTengo mucho miedo de que tengas razón.
Todos somos nómades hasta que encontramos ese oasis donde nos convertimos en sedentarios.
ResponderBorrarBesos
está hablando de metafísica, querida señora,
ResponderBorraren el arte, su descripción es brillante
un gran beso
Uf! se respira mucha libertad aquí!
ResponderBorrarBesos,
Hay personas que eligen ese camino. No las envidio. Has hecho un retrato equilibrado y, al mismo tiempo, con cierto punto desgarrador. Un abrazo, querida amiga.
ResponderBorrarNo sé, no coparto ese estilo de vida casi lastimoso y egoista. Los años pasan, me parece una elección muy egoista, porque esas personas no sólo no forman familia sinó que tampoco se preocupan por la que tienen.
ResponderBorrarSiempre nos dejas un caminito a la reflexión en tus escritos, besos Marcela.
in the road in the road in the road...
ResponderBorrarmuy buen relato!
besos
Maravilloso, un viajero que sabe por qué está en el camino. Es bueno saberlo cuando los viajeros somos nosotros; después de todo, el que no se mueve, también se queda solo.
ResponderBorrarBesos.
Brillante en el camino, hermoso. Declaración de principios y sentimientos.
ResponderBorrarMe encantó este viajero!
Mar: Me pregunto si los viajeros que no pueden detenerse, no extrañarán las raíces.
ResponderBorrarPau: Siempre digo que hay que amigarse con la soledad, que es inevitable en realidad. Pero la verdad es que yo no sé estar sola.
Lux: ¿Hay oasis en todos los desiertos, no? Eso espero.
Besos.
Ariel: Son mis delirios metafísicos en todo caso, nada más.
ResponderBorrarClaudia: Un poco... porque si no puede detenerse, muy libre tampoco es.
Isabel: Yo tampoco lo envidio. Solo algunos días...
Adrianina: Conocí gente así, y eran egoístas, aunque también parecían estar como obligados a ese andar sin detenerse.
Besos.
ariel: gracias, de nuevo.
ResponderBorrarMariela: cree saber por que se mueve, al menos. Quizá se convence a sí mismo de ese conocimiento.
Marcelo: Es un contradictorio personaje. Tan libre aparentemente, tan esclavo del camino.
Gracias a todos.
Me acordé de un amigo querido. Y me sentí viajera por un momento que quisiera que fuera largo.
ResponderBorrarAbrazos preciosa.