Confío en mi pulso para guardar lo intangible.
A lo intangible no le importa que roben una diminuta parte de todo lo que abarca.
No guardo una imagen: guardo el disparador de un recuerdo. El momento se encoge de hombros y sonríe casi con pena de mi deseo de atarlo a mi muñeca.
El momento se deja acariciar y después se va, como todo lo que importa.
que lindo
ResponderBorrares simple tierno e inesperado =)
Terrible no pode tocar lo intangible, y da más ganas.
ResponderBorrarSaludos.