martes
Opuestos
Hemos abierto puertas, sólo para no verlas cerradas.
Debería cruzar los límites de los mundos,
desde el mundo seguro hacia la página en blanco.
Un cielo tranquilo anuncia que toda tormenta es cercana.
Ese es el misterio de las puertas abiertas,
de los cielos despejados,
de los límites no cruzados y las páginas en blanco.
Lo opuesto está escondido en uno mismo,
en la puerta abierta opuesta a la cerrada,
el cielo limpio y el nublado,
la página escrita, la página en blanco,
el límite cruzado y el temido.
Permíteme ser mi yo opuesto,
todos honestos, todos sinceros y únicos,
(¿cuál seré yo? ¿cuál mi opuesto?)
sólo en los ratos necesarios
para que ser yo no me agobie.
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Ese ser que me habita...
ResponderBorrarUno lo es todo. Lejos de la necesidad de definirse como un yo estable, lo es todo y, por tal, también las contradicciones. No existe el bueno y el malo, solo el bien y el mal.
ResponderBorrarAmbos nos habitan y habitamos a ambos, pero eso es lo mejor de todo esto… y también lo peor.
Beso,
D.
Todos mis opuestos me están volviendo loco.
ResponderBorrarSon terribles.
Besos.
Qué llegador.
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