Frente a los ojos atónitos y las bocas abiertas de los fieles devotos, León, usando una simple piedra como martillo, rompió con poco elegantes pero minuciosos golpes la estatua del ídolo. Las dos piedras chocaban haciendo sonar una extraña música que hacía volar por los aires astillas y pedazos de un ojo, de un ala, de un diente divino. Los presentes estaban horrorizados, observando como su Dios iba cambiando de forma con cada mazazo, pero nadie se atrevía a intervenir en el ataque porque la estatua se encontraba en el sector prohibido para los fieles, así que fueron los tres sacerdotes solos quienes consiguieron sostener al atacante, no antes de que la imagen quedara seriamente dañada. León era conocido como el más leal de los seguidores del Dios y la actitud sorprendió e indignó a todos. Mientras lo arrastraban fuera del templo, él gritaba:
- Para que algo sea real debe poder romperse...
ara empezar la imágen es fabulosa...y sí, León era el verdadero creyente
ResponderBorrarbeso
Oh qué sabia respuesta.
ResponderBorraryo soy leónnn
ResponderBorrarAlgo que està confinado al mundo material, ciertamente puede romperse.
ResponderBorrarLeòn, era un proto evangelista.
Un abrazo.
Pues menudo arrebato ha cogido el tal León, puede que llegue a la verdadera espiritualidad.
ResponderBorrarAbrazo
Oiga, León, usted es un desalmado… me acaba de enseñar que el amor es real.
ResponderBorrarMuchas gracias, sin embargo.
D.
Me cae bien León.
ResponderBorrarAunque le faltó darles martillazos a los sacerdotes y a los fieles.
Besos.
No tengo ni pretendo tener amarrada a la verded. Todos en su corazón pueden seguir o no a su Dios. Tu escrito -para mí- viene a decirme que hemos avanzado en ciencias, tecnología, metodologías, pero aún seguimos a dioses que se rompen, diseñados para las expectativas que hemos heredados pero especialmente para los que detentan el poder. Esto sin amarguras sociales.
ResponderBorrarMe siente feliz de seguir tu blog. Abrazos.
Se nota que tenía mucha fe.
ResponderBorrarSaludos.
Maravilloso. Real como la vida misma.
ResponderBorrarSaludos
Hola, bello blog, preciosas entradas,te encontré en un blog común, si te gusta la poesía te invito al mio,será un placer,es,
ResponderBorrarhttp://ligerodeequipaje1875.blogspot.com/
muchas gracias, pasa buen sábado tarde,besos
Como ya han comentado antes que yo, quizá hubo de dar los martillazos primero a los sacerdotes, para comprobar si fu fe, esa fe que pretendían que tuvieran los demás, era real.
ResponderBorrarUn abrazo