viernes

Grigori


Hace un tiempo, viendo un documental en canal Encuentro (o en canal 7) escuché, por primera vez el nombre Grigori Perelman.

Este caballero ruso es matemático. Ya con eso solo tendría toda mi admiración. Las matemáticas son un misterio insondable para mí. Además es un muy buen matemático, tanto que demostró la conjetura de geometrización de Thurston, resolviendo la famosa conjetura de Poincaré, la que indica que si una variedad tridimensional cerrada es suficientemente similar a una esfera en el sentido de que cada bucle en la variedad se puede transformar en un punto, entonces ella es realmente sólo una esfera tridimensional. No, no tengo ni idea de lo que significa todo eso (leí en wikipedia la explicación y si la hubiera leído en ruso hubiera sido lo mismo) pero, los que saben, dicen que es algo muy, muy importante.

Lo que más me llamó la atención e hizo que averiguara más sobre el señor Perelman, fue su desinterés en los premios. Los ganó pero los rechazó. No concurrió a ceremonias, no buscó fama. Inclusive aseguran que desilusionado se retiró de la matemática para vivir con su madre, desempleado, en un departamento humilde, después de haber trabajado en las más importantes universidades e institutos. Y para ponerle un moño a toda esta historia, ahora, aparentemente, rechazaría un premio de un millón de dólares.

Dicen que, a un periodista que, a través de la puerta cerrada de su departamento (obviamente no da entrevistas a los medios), le preguntó que pensaba del premio que había ganado, le respondió que "ya lo tenía todo".

Dicen que dijo que no estaba interesado ni en el dinero ni en la fama.

Y entonces pensé que quizás este es uno de los problemas del mundo, uno de esos problemas que queremos solucionar con amigos, tomando café o mate, en largas charlas: muchos de los que merecerían la fama, no la buscan y en cambio, tienen fama (y la voz que escuchan multitudes) personas que deberían, cada tanto, sentarse a reflexionar mucho.

Y pensé también que la fama y el dinero no son sinónimo de éxito, pero muchos creen que si, entonces resumen la necesidad de analizar la realidad, encerrándose en la pequeñez de admirar a quien tiene un automóvil o casa más grande, o, por dios, ¡sale en televisión!. Y así, simplificada la vida hasta el punto de no tener que pensar demasiado para decidir con que llenar las horas, continuar escuchando las mismas voces, las mismas cosas, una y otra vez...

Que exista gente que cree que su trabajo es tan importante que no necesita premios y mucho menos decantar en fama personal, me emociona profundamente. Después, si este caballero ruso actúa por timidez, testarudez u orgullo (no parecería según las anécdotas) no es importante. El resultado es muy lindo.

En resumen: Grigori Perelman me cae muy bien. Ojalá que acepte ese premio, o no, como prefiera. Que de aceptarlo lo disfrute mucho, o no, como prefiera, y que siga dedicándose a la matemática, o no, como prefiera...

13 comentarios:

  1. Gracias por invitarnos a conocerlo (yo, particularmente, no lo conocía). A las matemáticas les tengo terror, y como a muchas cosas que uno les tiene miedo, les tengo respeto.
    Me gustó esta entrada, Marce.
    Beso grande!

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  2. lo que seguro resulte curioso, es el hecho de que alguien no quiera fama ni dinero, sino estar donde y como esté, la propaganda es clara, sino pertenecés no sos nada en este sistema social y ese no ser nada lleva necesariamente a al marginación y bue mejor no sigo

    un beso anábasis

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  3. Conozco muy de cerca a un señor que ha construido una pequeña fortuna y también una moderada fama en el medio en que se desenvuelve. Este hombre afirma que no ha alcanzado el éxito y que, probablemente, jamás lo alcance porque no ha entendido aún qué es el éxito.

    Es todo tan relativo… diría otro científico… Sin embargo, ni bien sepa qué es el éxito, que me manden uno por favor.
    D.

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  4. Me gustó conocerlo y saber que alguien cree que lo tiene todo. Es maravilloso.

    Besos.

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  5. Sol: A mí, por ejemplo, me dan miedo los garabatos que hay detrás de Grigori en el pizarrón! Gracias. Beso.

    sonoio: La idea de pertenecer es tan fuerte. Ser solamente por estar dentro. Beso.

    Daniel: Es que definir el éxito es practicamente imposible! Yo también espero un éxito. Uno cualquiera, a ver que se siente!!

    Mariela: Esa frase me encantó. Poder responder así debe ser maravilloso.

    Gracias y besos.

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  6. a mi también me cae muy bien. Pero VOS me lo hiciste caer muy bien!

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  7. Acabas de mostrarme un héroe.
    Gracias.
    Menos mal que hay gente que no se prostituye por dinero.

    Besos.

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  8. Dicen que dijo que no estaba interesado ni en el dinero ni en la fama.
    Amiga Marcela ¿Quedan personas que pasen de estos valores materiales? ¡Dios mío!... Entonces pienso que el mundo puede girar en posición de lo cuerdo.
    Un biquiño,
    Rosa María

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  9. Es gratificante encontrarse con cosas así, cuando uno piensa que ya no hay nada que lo sorprenda... vaya sorpresa, ser un genio y reservar su genialidad para utilizarla mas no para abusar de ella... y si recibe el premio, que lo aproveche... a veces es gratificante tener algo para uno.

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  10. Hola Anàbasis, acabo de descubrirte y me ha encantado encontrarme con este tesoro de blog y la joya en esta historia de Grigori, que nos ilustra de la naturaleza que tienen algunos y como bien lo argumentas, mucha gente de fortuna y fama, están llenas de trivialidades y las otras, las que tienen humildad permanecen en el anónimato sin dar a conocer lo valioso que pueden aportar a la sociedad. Creo que debierámos volver al Renacimiento o al Barroco, la Edad Media, no sé, donde los otros hechos de la vida y el conocimiento era lo trascendente, a pesar del oscurantismo. Un agrado leerte y seguirte. Un abrazo caribeño

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  11. Hay que descubrirse ante este matemático que pone por encima del dinero y de la fama el respeto hacia si mismo y la coherencia entre lo que piensa y lo que vive. Rara avis.
    Besos

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  12. Que ejemplo nos da. Pero estos seres son ya parte de la extinsión.
    Gracias por compartirlo.

    Besos.

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  13. Enhorabuena por el blog, está muy bien, acabo de conocerlo y particularmente me llamó la atención esta entrada.
    Como bien decís, es genial ver que hay gente coherente y con las ideas tan claras como este hombre.
    Creo que cada uno, dentro de sí, sabe lo que tiene y lo que necesita para ser feliz.
    El matemático que, sin haber resuelto este problema debía de tener como un pequeño hueco en su corazón. Logró rellenarlo por fin y vió que no necesitaba más.
    Es solo mi romántica forma de verlo.
    Sea como fuere, es una gran historia.

    Un saludo!!

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