jueves

El camino equivocado


En la bifurcación de los caminos, unas personas le advirtieron que ese, el que estaba por tomar, no era el camino correcto. El, con un poco de arrogancia y bastante indiferencia, navegó en sus recuerdos, y se convenció de que sí lo era. Hacía años desde la última vez que lo había recorrido, pero ignorando los consejos, avanzó seguro internándose en el bosque.

Hay ciertos tramos en que todos los caminos se parecen. Es justamente el tramo necesario para que perderse sea un enorme disgusto. Para cuando notamos que el que transitamos no es el camino correcto, regresar al punto en el que nos equivocamos es una distancia tan larga y es tanto el tiempo que nos llevaría, que creemos que nos conviene buscar uno alternativo.

El lo comprendió, casi sorprendido. Se había equivocado. Se detuvo y miró a su alrededor, quejándose furioso. No había nadie cerca. Era el típico sendero de tierra apisonada que se transformaba en pantano cuando llovía y que excepto en épocas de mucha sequía siempre tenía traicioneros charcos, protegidos por los altos árboles. El camino era tan parecido a cualquier otro, que en realidad fue por instinto que supo que se había perdido.

Quizás más adelante hubiera otro camino, pensó. Uno que lo llevara en forma directa al lugar al que debía ir. Un sendero lateral, un atajo... ¿Cómo saberlo? ¿O debía retroceder y tomar el correcto, ese cuya única ventaja con respecto a este camino, era que él lo conocía previamente? De algún modo deseaba seguir adelante en esa misma ruta y buscaba excusas que lo convencieran de no regresar.

El error tiene la seducción de lo inesperado. Nadie planea equivocarse. Nadie organiza su vida para cometer un error, a menos que creamos que eso, de algún modo, será para nosotros más valioso que la acción correcta o adecuada y en tal caso, ¿es esa acción un error?. El, por ejemplo, se consoló pensando que de otro modo no hubiera llegado a ese lugar que ahora, que lo miraba detenidamente, era bellísimo.

Lentamente la furia comenzaba a disiparse y podía admirar el lugar. Los árboles, el mismo camino, los aromas, todo estaba dibujado en forma tan elegante, tan delicada y a su vez, tan salvaje, que por un instante olvidó totalmente que estaba transitando un camino equivocado. El lugar era perfecto, con esa fraternal perfección cercana, que podemos asir sin demasiadas pretenciones, sin futuros reclamos. Una perfección real y posible, en nada parecida a esa falsa perfección celestial que desde chicos nos enseñan a admirar.

Y a su vez, él sabía que lo que estaba viendo, lo había visto mil veces antes, sin notarlo. Por algo había dejado de lado los consejos habituales, y ahora sentía que el error era un milagro que lo liberaba de la obligación del camino correcto, de la obligación de llegar a la meta, transformándose el camino en sí mismo en el objetivo a alcanzar, el camino incorrecto tranformándose bajo sus pies en el símbolo de una nueva vida.

19 comentarios:

  1. marcela me ha encantado, ojala yo supiera escribir la mitad de bien que tu demuestras hacerlo en este post , gracias, el que yo llegue aqui demuestra que a veces vale la pena perderse, o mejor salirse del camino marcado para encontrarse con una alegría, puede ser una fuente de agua fresca y limpia o un blog en el que la frescura es capaz de hacer olvidar por un momento el cansancio del duro trabajo diario, repito gracias marcela y solo puedo decir que "YO DE MAYOR QUIERO SER COMO TU"

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  2. Gracias esparrelinux. Muy amable. Beso.

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  3. Estupendo Marcela!
    El redescubrimiento, el riesgo, la intuición, la oportunidad de los pasos nuevos...
    " el error tiene la seducción de lo inesperado" .Me encanta.

    Besos.

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  4. Que lindo Marcela, y cuantas veces nos pasa eso, me diste ganas de salir a perderme de nuevo.
    Besos

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  5. Ale: Gracias. Me alegra mucho que te haya gustado.

    Lux: A perderse entonces.

    Besos.

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  6. Recuerdo haber conversado en este foro, que por cierto encuentra en el tema caminos múltiples inspiraciones, que a mi parecer el camino es el objetivo y no así el destino.
    Este cuento lo verifica con palabras más exactas que las que pude haber encontrado antes y me deja la reflexión de que la vida es un camino que si no aprendemos a disfrutarlo, alcanzaremos tibiamente el destino, que no es más que la muerte.
    Qué bueno que, extraviado y todo, mi camino se haya topado con éste.
    D.

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  7. Hay que salirse de la rutina de vez en cuando. "Perderse" por un camino nuevo puede significar vivir un DÍA DIFERENTE.
    Besosss.

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  8. Me encanta como escribes, siempre es bueno probar nuevos caminos, hay algunos que nos llevan donde mismo, y la idea es encontrar el mejor, un beso paty

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  9. Daniel: Sí, es cierto. Este es un tema que siempre vuelve en mis cuentitos. En parte porque realmente creo que el camino es la meta en realidad, pero además porque como equivocarme es una constante en mi, tengo que crear toda una filosofía que avale mi estilo de vida! Y cada vez que leo tu blog, me alegra y mucho, que los caminos de este mar virtual me hayan llevado allá.

    Julia: Claro! Un día diferente que quien sabe cuanto modificará (con suerte para mejor) nuestra vida.

    Patricia: Ir probando caminos, animarse a cambiar, claro.

    Muchas gracias por sus comentarios. Besos a todos.

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  10. saludos marcela, gracias por el beso, me quedé pensando en una cosa, ¿que pasa cuando a fuerza de perderte por un camino nuevo, este se convierte en tu nuevo camino???

    jeje saludos.

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  11. ¡Qué lindo! Me gustaría perderme un día de estos, para poder ver bellezas inesperadas también.

    Besos.

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  12. esparrelinux: La vereda de tu casa es un camino nuevo cada día. Y en el camino que recorrés todos los días también podés perderte.

    Mariela: como le dije a Lux: a perderse entonces, que es fácil y lindo.

    Besos.

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  13. Qué pena cuando, por miedo a perderlo todo,uno se queda parado en la encrucijada. Qué pena cuando el miedo se transforma en raíces de tus pies.
    Besos

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  14. Yo siempre pido que Dios conserve mi salud mental por mí y por quienes me rodean; no quisiera nunca dejar de sentirme gaviota y así tener alas para volar, lo demás viene sólo.
    Siempre es bueno buscar nuevos horizontes, aunque a veces cueste y duela, todo llega.

    Besito Mar; hermoso relato "de vida".
    Un placer leerte.

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  15. Flor: Es cierto. El miedo paraliza y eso es lo peor, no atreverse a elegir un camino.

    Adrianina: Avanzar, siempre. Como sea.

    Gracias y besos.

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  16. Mucho gusto, Marcela. Me ha encantado tu sitio y este relato en particular por la cantidad de razón que lleva. Tanto nos preocupamos por encontrar el camino correcto que nos olvidamos de vivir la vida que tenemos. Esto me recuerda la frase le Lennon que reza: "La vida es aquello que nos pasa mientras estamos ocupados haciendo otros planes" Gracias. Volveré.

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  17. Por lo menos reconocio su error, algunos caballares con tapa ojos solo van adelante y punto...

    Un saludo

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  18. ¿Qué fué de su meta inicial? ¿Llegó a su destino?
    Nadie salíó de su rutina sin tomar caminos erróneos...

    Un abrazo.

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