martes

IV

Ya no quiero ver manos vacías,
sin espacio para sujetar otras manos.
¿Dónde estás, si no estás con tu alma?
Cuerpos llenos de nada,
se ríen de su propio espíritu.
Lo niegan y niegan el canto del gallo.
Niegan el sol y a la lluvia
y a todo lo que brille.
Todo lo sensible es negado.
Existen los ladrillos, porque son duros
Existe lo que no siente.
Y las manos vacías se cierran.
Así golpean.


2 comentarios:

  1. Perdón, se que este no es el lugar. Pero, vos tenías hace mucho tiempo un blog en clarín? Mar Anabasis? Si es así, simplemente quería decirte gracias.

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    1. Sé que contestar tanto tiempo después es ridículo pero, había dejado de leer comentarios así que lo veo recién hoy. Gracias por esto. Sí, soy yo. De nada. Y debo preguntar: ¿Gracias por qué?

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