martes

El loco

Iba a ser un día largo. Ella lo sabía. Todos lo sabían, menos el loco, que reía en su paraíso. Ella pensó en seguirlo, intentar encontrar la razón de su alegría. Pero él enemigo se lo impidió, obligándola a regresar a la rutina. Romper la rutina podría salvarla, y eso era algo que el enemigo no podía permitir. La obligó a andar por las mismas calles, sin permitirle variar ni un solo paso su recorrido. La esclavizó para no perderla.

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